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Imagination… A curse in disguise?

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Ralph Chidiac

Foresight, anticipation, hope, all proceed from one basic human feature….. Imagination . It’s appearance in our human realm has very little evolutionary purpose outside conventional instinct behavior and genetic blueprinting. Undoubtedly it has created tremendous advancement in human activity, but how necessary is that notion in the grander scheme of life in general? No other life form has exhibited that requirement for its own survival and adaptation to its environment.

Humans on the other hand, have never achieved a sense of equilibrium and contentment within their own context and state of affairs since the dawn of civilization. Once propelled by imagination, the sense of equilibrium is never achieved as no situation remains unscathed.

What ever the achieved conditions, Things can always be better, therefore, expectations are nudged that much further outside the containment of the actual achievement. YES, achievements have been outstanding, yet levels of contentment have not adapted accordingly.

If imagination leads to many human advancements, creativity,  and discovery beyond the simple call of curiosity (it’s all about abstract thinking) it also has one erosive attribute…. Discontentment with the Status Quo, no matter what that status is.

Simply put:” One era’s utopia is the next ages redundancy”.

How the Vice conquered me

Karim Moutarrif

I remember it was in the Nineties. Juste à un moment où le monolinguisme commençait à m’étouffer. Je sortais déconfit d’une thèse de Phd où je ne comprenais pas pourquoi la terminologie de l’anthropologie raciste, la vraie, celle du XIXe et des colonies où les blancs partaient civiliser les autres infras de la planète, continuait de régir les classifications des différents ressortissants de la Terre, atterris au gré des crises, en Amérique du Nord, au  Canada ou aux États-Unis. Je ne comprenais pas pourquoi on arrivait avec un passeport et une nationalité, dans deux pays qui adhèrent aux ‘nations’ unies et on se faisait ré-identifier dans une appartenance à une ethnie, à une « minorité visible », on parlait de race blanche caucasienne.

Anarchie 3

J’étais perdu devant le conformisme de masse des chercheurs! Et pour cause, la guerre de sécession a laissé les USA exsangues et en retard pour leur révolution industrielle. La Grande Bretagne avait lancé le bal dès 1830 et la France suivit, une vingtaine d’années plus tard. C’est la Prusse qui fut retenue avec l’envoi de près de 10000 étudiants, qui furent formés en langue allemande. En même temps qu’ils prirent l’ingénierie, ils raflèrent la pseudo science nommée anthropologie raciste, ce qui leur permettait de régler le sort de ce qu’ils appellent les Premières Nations et celui des Africains. Les sciences humaines nord-américaines ont été bâties sur ces préceptes là. La catégorisation raciste persiste dans le modèle statistique   au Canada comme aux États-Unis, elle transpire dans le langage des fonctionnaires. Dans le quotidien, sur les journaux il est constamment fait référence à la race.

Photo: Timothy Tassinari
Photo: Timothy Tassinari

Quelqu’un m’a donné un coup de pouce sans le savoir. Dans un texte qu’il a publié dans la Revue Internationale d’action communautaire, un certain Lamberto Tassinari  disait que le mot race avait été remplacé par le mot ethnie dans le traitement de l’altérité. Pour la première fois, je lisais quelque chose qui était dit d’une franchise déconcertante et qui convergeait avec ma pensée.

Quelques années plus tard, j’eus la charge d’une étude sur la «communauté » italienne de l’ile de Montréal. Parmi les personnes à rencontrer, il y avait les responsables des journaux et magazines italiens. Sur la liste figurait, à tort,  Vice Versa que je m’empressais de visiter pour  enfin rencontrer l’inconnu qui m’avait stimulé dans ma recherche.

Le bureau était alors dans un immeuble étrangement nommé Balfour, sur la rue Saint-Laurent, au coin de la rue Prince Arthur à Montréal.

C’était deux pièces en enfilade, au deuxième ou troisième étage. Dans la première, aveugle, il y avait deux bureaux. Dans celle du fond, il y avait une fenêtre sur toute la largeur. Près de celle-ci se tenait le bureau du boss. Le long du mur de droite, il y avait un autre bureau. Enfin, au milieu, une table servait aux réunions d’équipe. Je me souviens aussi d’un alignement d’horloges qui donnaient l’heure sur différents continents, sur le mur opposé.

Lamberto était disponible, nous avons longuement parlé d’immigration de transculture . Je lui confiais mes doutes et il conclut notre conversation par : « écris un article » sous entendant qu’il le publierait. C’était le résultat de notre première rencontre. Je suis sorti, sur la rue Saint-Laurent, heureux et reconnaissant. Quelqu’un venait de me faire confiance et c’est ainsi que j’ai embarqué dans cette touchante aventure entre métèques.

Depuis lors j’ai pris le Vice et je l’ai gardé. Since then, I recognized myself as a Transcultural for ever.

El tigre del bandoneón

Eduardo Magoo Nico

Eduardo ArolasSon múltiples los puntos de vista con los cuales se puede abordar un fenómeno tan rico como el del tango. Música, danza, canción popular de las dos orillas del Río de la Plata. Folclore urbano de rítmica negra, con tanto de puerto, de usos camperos, de inmigración, de putas de toda condición y de guapos criollos. Todo bien mezclado y bailado en un quilombo (1).

Es una música nueva, provocatoria, alegre, negligente en los inicios; melancólica, grave, elegante después, cuando adoptada por la gente de bien, ha utilizado palabras y guión de melodrama; paragonable al jazz por su desarrollo, paralelo en el tiempo y en las influencias, pero siempre diferente.

Así como son tantas sus facetas y sus personajes, son tantos los posibles modos de observarlo y describirlo en el tiempo. El mío en esta nota, es el del hijo de un tanguero de los años cuarenta, intérprete de bandoneón de orquesta típica, cuando en Buenos Aires animaban los bailes y las fiestas más de seiscientos conjuntos musicales (2) y la gente expresaba su fervor, como si se tratase de un equipo de fútbol, por el sonido de D’Arienzo, Di Sarli, Troilo, Mores o Fresedo.

Yo no crecí queriendo escuchar tangos sino rock, un rock que comenzaba a ser cantado en español a fines de la década del sesenta. El tango para los jóvenes de mi generación era cosa de viejos (de nuestros viejos) demasiado formal, solemne y machista. Con el rock la danza se hizo individual, se transformó en viaje, expresión libre, catarsis rítmica. En el mundo del tango se venía de una debacle. Los grandes bailes habían sido prohibidos por los gobiernos antidemocráticos que se sucedieron a partir del golpe militar del 1955. La mayoría de las grandes orquestas habían dejado de existir y muchísimos músicos perdieron su trabajo, desplazados además, por la siempre creciente difusión del uso de discos en las fiestas, bares y milongas (3) y la gran (arrasadora) difusión por todos los medios de la música anglo-estadounidense.

Esta crisis, sin embargo, desarrollaba en los sótanos en los que se habían refugiado los músicos de tango, una nueva fusión. El tango se modernizaba y volvía a ser contracultura como en sus orígenes, pero esta vez como vanguardia intelectual y para un público mucho más culto. Ya no se componían para los pies de los bailarines sino para la gente habituada a concurrir a los conciertos. Con diferentes variantes, Pugliese, Eduardo Rovira, Piazzolla, Mederos, el Quarteto Cedrón y Eladia Blázquez, entre otros, realizan esta revolución muy resistida en principio por el gran público del tango, que añoraba la época de oro de las grandes orquestas. Conquistó nuevamente reconocimiento en el exterior en su último exilio, para volver al país y volver a ser bailado masivamente en la primavera democrática, mezclando jóvenes y viejos en las milongas, que resurgieron como hongos de las profundidades del humus cultural de nuestro pueblo. Renovado y nosotros con él, dado que como diría un Heráclito del River Plate (4): “No se baila dos veces el mismo tango”.

Vaya mi homenaje a Eduardo Rovira, desclasado, segregado y muerto en el olvido y la miseria durante la dictadura de Videla, por el pecado de haber tenido amigos de izquierda (muchos de ellos desaparecidos). Estuvo entre los primeros cultores del tango moderno, fue el primero en electrificar su bandoneòn y adosarle un wah wah, y en utilizar la “atonalidad” como sistema de composición (“Sónico” 1961, sello Récord y 1968, Show). Piazzola se encuentra entre los primeros en incorporar en sus conjuntos músicos de jazz y rock, llegó incluso a decir, para escándalo de muchos, que el mejor poeta popular de Buenos Aires era “Spinetta”, ídolo del rock psicodélico. Y hasta los vicios de los viejos tangueros se llegaron a encontrar con la asombrada complicidad de los jóvenes rockeros, que hasta ayer los miraban con difidencia. Se contaban anécdotas del tipo: “¿Sabés quien me ofreció merca (5) en el camarín del teatro? ¡El Polaco Goyeneche!” (6)

Por todo ello y en relación a este reencuentro de generaciones, quisiera referirme aquí a un músico de la Guardia Vieja, romántico furibundo, una especie de dandy-punk a la Sid Vicius para su época, cuando el tango era todavía cosa de marginales. Eduardo Arolas (1892-1924) era un lindo morocho hijo de padres franceses que se vestía a la manera de los rufianes. En alguna parte se encuentra una foto histórica: saco negro corto, pantalones a rayas finas con la banda lateral, sombrero de ala amplia sobre una abundante crencha negra, corbata vistosa, zapatos de gamuza bordados. Fumaba con una larga boquilla y enguantaba sus manos exhibiendo ostentosamente por encima de ellos una serie de anillos que hacía brillar sacudiendo con garbo una nudosa vara de mimbre. “Ando mucho por las orillas donde los peligros siempre están al acecho, y si no aparece un revolver o un cuchillo… Me basta esto para defenderme de algún compadrito que me salga al cruce”. Llevaba el bandoneòn envuelto en un paño negro y cuando abría el paquete para acunar el instrumento entre sus piernas volcando toda su alma en la ejecución, tenía derecho a todo siendo todavía un muchachito: a la excentricidad de su postura, a la botella de ginebra bajo la silla, y al público reconocimiento por su maestría sobre el grave instrumento que el mestizo Sebastián y el negro Santa Cruz (7) llevaron a la ejecución del tango.

Con tantas secretas melodías en el corazón, una noche de festejos entre compañeros leales, amigas afectuosas, abundantes libaciones y abrazos que se retardan en cortes y quebradas (8), surge espontánea la música de “Una noche de garufa” (9) (1909). ¿Que otro nombre podría llevar por título este tango? Era una melodía “que prende” con algo que lo distingue. Su compás y los pasos de las parejas al bailarlo, se llevaban como carne y uña. Es que las parejas bailando habían dictado los acordes a Arolas, mientras su mirada hipnotizada seguía los giros del “ocho“, la “media luna” o la “corrida” (10). Hamacando el “fueye” (11) había cambiado el compás binario por el más propicio en cuatro octavos. Era el tango-milonga.

Si Eduardo Arolas fue el miniaturista lírico de la canción de Buenos Aires, “Una noche de Garufa” tiene la importancia biográfica de ser su primer tango. Era entonces un chico de diecisiete años que vivía en Barracas al Norte (12) con sus padres, justo enfrente de la placita Herrera, pero conocido por la gente de la noche y brava, como un cachorro destinado a transformarse un día en “El tigre del bandoneòn”. Tocaba su instrumento “a oreja”, y a oreja había compuesto este tango que la gente canturreaba con ganas.

Cuentan que el cachorro se decidió una noche, y caminando contra el viento se dirigió a La Boca (13), en busca de ese ritmo milongueado que él ya fraseaba y conocía. Llegó al refugio del pulsar más recio, el cruce de Suarez y Necochea, con sus cafés en las cuatro esquinas, donde se jugaba el destino histórico del tango. En “La Marina” el jefe era el Tano Gennaro, en “Las Flores” Firpo con su melena pertinaz, y en “La Popular” descollaba el alemán Arturo Bernstein, con su rosario de jarras de cerveza. El cachorro se dirigió al “Royal” porque era de allí de donde provenía el sonido que estaba buscando (Francisco Canaro en el violín, Samuel Castriota en el piano, Vicente Loduca en el bandoneòn) y fue muy bien recibido. Qué banquete de trinos, bordoneos y sincopas se dio! Pasado el barullo y el ajetreo nocturno, con el silencioso amanecer, el tango suave de la trastienda volvió a extender sus alas sobre la esquina. Arolas sale a dar vueltas por el barrio, su alma bien empaquetada y sostenida por la zurda, lo abandona sin embargo por el suspiro de una bella mujer de alto peinado, encorsetada y abundantemente perfumada de violetas, que salía de un cabaret. Ultima en abandonar la fiesta de la dorada malavida, era una premonición fatal para el inspirado compositor, quien siguiendo el extravío de su pasión atormentada, terminó muriendo en un rincón oscuro de París, luego de tres lustros y ciento veinte partituras compuestas, acabado por los vicios y la tisis, con solo treinta y dos años de vida (14). Y no hubo siquiera un pequeño comentario en algún diario de Buenos Aires que hiciera saber que Eduardo Arolas había sido enterrado, con la sola compañía de unos pocos afligidos compañeros criollos, en el cementerio de Saint Ouen, en un suburbio parisino.

El “Corto Maltés” (15) revisitará su historia muchos años después, cuando hará mención a un tango que “El tigre del bandoneón” había compuesto para su mujer, a la que él afectuosamente llamaba “Cachila” por el nombre de un pajarillo no domesticable de la pampa argentina, al cual es muy difícil darle la caza…

Eduardo Magoo Nico est né à Lomas de Zamora, province de Buenos Aires, en 1956

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1) Quilombo: Era el nombre que se daba a los refugios de negros fugitivos mientras estuvo vigente la esclavitud en el Brasil. En Argentina es sinónimo de prostíbulo y por extensión de desorden.

2) “La Buenos Aires que acoje a Hugo Pratt en el 1949, es la cuarta ciudad del mundo por sus dimensiones. La habitaban más de 4.000.000 de personas, de las cuales cerca de 8.000 eran músicos profesionales de tango, registrados en el sindicato y distribuidos en más de 600 orquestas en actividad, en la sola Capital.” Marco Castellani, Corto Maltese – Tango.

3) Milonga: Del afronegrismo mi-longa (kimbundu): multitud de palabras, disputa verbal. Baile tradicional argentino en compás de 2/4. Agreguemos que milonga, tango primitivo y ragtime poseen el mismo núcleo de la célula musical africana. “El porteñito” de Villoldo, sin ir más lejos y entre muchos ejemplos, es un ragtime perfecto. La Milonga es además, el lugar donde se baila el tango.

4) River Plate: Río de la Plata, nombre del río sobre el cual se asoma la ciudad de Buenos Aires. Traducido al inglés (como solía hacerse por entonces) para dar nombre al legendario club de fútbol argentino (rival tradicional de Boca Jrs.) fundado en el 1901.

5) Merca: Nombre que se da hoy popularmente a la cocaína. Tal vez aludiendo a la cocaína de marca Merk que se vendía antiguamente en las farmacias.

6) El Polaco Goyeneche: Cantor de tangos, muy popular entre los jóvenes rockeros. Ultimo gran ídolo del tango.

7) El mestizo Sebastiàn y el negro Santa Cruz se cuentan entre los primeros intérpretes del bandoneòn conocidos en la Argentina.

8) Cortes y quebradas: Figuras del tango danzable.

9) Garufa: Fiesta, joda, diversión nocturna.

10) Ocho, media luna y corrida: Figuras del tango danzable.

11) Fueye (fuelle): Es el pulmón del bandoneón, similar al del acordeón, y por extensión, el instrumento musical mismo. (El bandoneòn es un órgano portátil que fue creado para las procesiones religiosas, pariente de la konzertina, el nombre proviene del alemán bandonion, y éste es un acrónimo de Heinrich Band (1821-1860), quien fue uno de los primeros en dedicarse a comercializarlos).

12) Barracas al Norte: Barrio de Buenos Aires, hoy llamado simplemente Barracas.

13) La Boca: Viejo puerto y barrio de Buenos Aires, situado en la confluencia de un pequeño río llamado Riachuelo con el Río de la Plata.

14) Enrique Cadicamo (poeta tanguero) sostiene que en realidad murió por una paliza que le propinaron unos “macròs” (rufianes) franceses por haberles robado una pupila.

15) Corto Maltés, mítico personaje del historietista italiano Hugo Pratt.

WHAT IS LIFE ABOUT?

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Ralph Chidiac

What is life about? Or is it “what is mind about”? Asking what is life about gives the impression “it” is a primal question, yet life has persevered for eons without the slightest inclination for such a plight. Actually, all life forms (humans excluded) have come and gone with an utter disinterest in that quandary. Therefore, the question demands a deeper investigation, and specifically maybe a different orientation. Is it the life processes (biology) that is requesting a justification, or the evolution of a human feature we identify as mind, and more specifically as consciousness?

By process of elimination and an extreme case of deductive reasoning, it seems the question is begged by one type of life and not all life. So, is it life or is it mind. So far, we can easily determine it is not life. The question should be substituted by “what is the meaning of an extensive mind?” An advanced level of consciousness that has not provided humanity – from a biological or evolutionary perspective – other advantages over longer lived species. Self-consciousness with the aid of an unlimited imagination, have contributed to the constant modification of our immediate environment since day one; corroborating a discontent with the status quo; and, in the process (especially the last few centuries), reduced the potential existence of our species as well as all life. Our species has subsisted for approximately  200,000 years (as homo-sapiens-sapiens), yet in the past few centuries have taken this planet, and its environment to the brinks of annihilation.

As much as we cannot help but ask the question (of meaning), should we trust the answer? We could ask any number of individuals the question, and we will get as many answers as there are individuals, and if the true answer would be based on commonalities we find ourselves at an impasse…. Nothing appears as common ground.

Hold on…. “Conscious preoccupation” that is, keeping consciousness busy with literally anything. Not necessarily of any importance or value, but more mundane and every day type activities. Aspirations do NOT come into play as long as there is something to do. Prehistorically it was our survival, historically: human institutions (from Government, war, religion etc.) and today, Self; Is there a meaning to life while driving the kids (arguing in the back of the car) to school/ How about trying to make a deadline or rushing to an appointment? How about while watching a movie, having sex, in the middle of a business meeting, or trying to make a living? You decide.

The question (the meaning of life) has no relevance in : All other known species. When preoccupied. When living daily activities. From one person to the next. As long as survival is on the line, the meaning of life is trivial, and as long as the consciousness is distracted, the meaning of mind is (also) irrelevant. We, therefore have to ask ourselves, the authenticity of such a question, and what would be an adequate answer. Religion was not enough, philosophy was not enough, science is not enough, 5000 years of civilization does not cut it as well.

Is there a question here, or a stack of words pretending to be one?Yet, after all this reflection, I cannot seem to comply with my train of thoughts for the illusion is so pronounced.

LES RÉFUGIÉS SYRIENS DE LA PORTE DE SAINT-OUEN (1)

 Olivier Favier

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Voici la contribution  d’Olivier Favier, italianiste et journaliste militant, qui a vient de consacrer  une série de reportage  sur les réfugiés syriens à Paris. Vous pourrez voir l’intégralité de ses contributions sur son site www.dormirajamais.org  

Au 4 de la rue Doudeauville, à deux pas du métro Marx-Dormoy, les migrants se pressent dans des locaux de fortune où sont traités les dossiers de domiciliation et d’hébergement. Mohamed Majidi est en charge des seconds, c’est-à-dire des logements temporaires en hôtels sur le territoire parisien. Il me reçoit dans son bureau, au premier étage. Tout l’été, l’association France Terre d’asile a tenté d’alerter, sans écho médiatique ou presque, sur la situation d’un nouveau groupe de Syriens arrivé courant juillet Porte de Saint-Ouen. Une enquête menée le 28 juillet a permis de dénombrer 453 personnes, 19 isolés et 62 familles. Parmi elles, 59 sont arrivées du Maroc via l’Espagne. Le recensement a surtout permis de signaler la présence de 79 enfants de moins de 6 ans. Le 25 avril déjà, après trois mois d’incurie, un premier groupe de 168 personnes avait bénéficié d’une procédure d’urgence et de l’ouverture d’un bureau dédié.

Le HCR l’a annoncé le 29 août dernier: le nombre des réfugiés syriens dans le monde atteint les 3 millions -1 million de plus que l’an dernier, auxquels s’ajoutent plusieurs centaines de milliers de ressortissants non déclarés. Selon Mohamed Majidi, ils seront probablement autour de 3 000 à arriver en France cette année, une majorité de visas D -long séjour- attribués pour l’essentiel au Liban à des notables, des intellectuels. Le tout venant, lui, doit se contenter des camps du Liban, de la Turquie et de la Jordanie. Il faut ajouter à cela une dizaine de millions de personnes en situation de grande précarité dans un pays en conflit depuis mars 2011. On considère que désormais la moitié de la population syrienne a dû quitter son domicile d’avant-guerre.

Au cours de l’été, le groupe présent aux abords du périphérique parisien s’est en partie déplacé, faute d’attention des autorités françaises. Cette absence de réaction est cohérente avec la fin de non recevoir signifiée par le ministre de l’intérieur socialiste Bernard Cazeneuve, le 28 août dernier, à la décision pourtant timide et tardive de la mairesse de Calais -droite forte- d’ouvrir un camp de 400 places pour les demandeurs d’asile en transit sur sa commune. Pour Mohamed Majidi cependant, si un appel d’air se crée quand une solution se fait jour dans un quelconque endroit du continent européen, son ampleur est très largement fantasmée.

Les Syriens qui se sont donnés rendez-vous à Paris afin de décider de leur installation en France ou dans un autre pays d’Europe appartiennent en effet à un groupe bien précis, homogène et limité. Il s’agit de Kourbates, des tsiganes récemment sédentarisés, qui vivent pour la plupart du commerce et de professions libérales -on compte par exemple plusieurs dentistes. Habitués aux voyages professionnels, parlant parfois plusieurs langues, ils disposent de réseaux familiaux solidaires autour de la Méditerranée. Ce sont ces liens, et la solidarité des mosquées de Paris, qui leur ont permis de venir jusqu’ici, et pour l’instant d’y survivre, tant bien que mal.

D’autres ressortissants syriens se sont ajoutés à ce groupe mais ils n’ont pas été comptabilisés par l’association. Ce sont des personnes qui avaient déjà des papiers dans des pays du sud de l’Europe (Italie, Espagne, Portugal), mais qui, faute d’aide et de travail, se sont joints aux demandeurs d’asile avec l’espoir de trouver une vie meilleure dans un pays du nord, moins touché par la crise. Les demandeurs d’asile ont pour leur part dépensé leurs économies dans de longs voyages semés d’embûches, parfois durant plusieurs années. Tout retour en arrière leur est désormais impossible, d’autant que beaucoup ont fui l’enrôlement dans un camp ou dans l’autre. La communauté kourbate n’a pris aucun parti dans ce conflit, qui a détruit en revanche son économie et sa sécurité.

« Il faut que l’état comprenne », conclue Mohamed Majidi de manière plus générale, « qu’on ne peut rien contre la volonté de gens qui ont traversé des pays en guerre et la Méditerranée au péril de leur vie ». La demande des réfugiés kourbates est légitime, et leur nombre ne représente jamais, en y ajoutant tous les autres Syriens arrivés en France cette année, qu’une proportion dérisoire d’un sur mille pour l’ensemble des réfugiés déclarés.

(suite du reportage)

Bon voyage par Tammam Azzam. L'œuvre a servi d'affiche à l'exposition "Et pourtant ils créent (Syrie, la foi dans l'art)"  présentée au centre des cultures d'Islam à Paris d'avril à juillet 2014.

Pour aller plus loin: